Es comprensible que los padres se preocupen por el futuro de sus hijos, sobre todo cuando se trata de elegir una carrera profesional. Sin embargo, en algunos casos, los padres pueden preocuparse si ven que su hijo está eligiendo una carrera que “no tiene futuro”, lo cual en muchos casos, deciden intervenir en la decisión de sus hijos. A continuación, mencionamos algunos consejos sobre cómo abordar esta etapa tan importante para muchos jóvenes pre universitarios.
Comprensión y apoyo
El primer consejo es abordar esta etapa con comprensión y apoyo, ya que la elección de una carrera es una decisión importante y puede ser un punto de inflexión en la vida de una persona. Lo más importante en este aspecto, es que el hijo sienta el apoyo de sus padres independiente a la decisión que tome.
Antes de juzgar la elección de una carrera como «sin futuro,» es importante tomarse el tiempo para escuchar las razones por la que nuestro hijo eligió dicha carrera, saber qué le apasiona de esa carrera y cuales son sus motivaciones. Lo que pareciera una opción “sin futuro” pudiera tener más oportunidades de las que aparenta, si realmente es algo que le gusta y ejercerá con entusiasmo.
¿Qué es una carrera sin futuro?
Es fundamental que los padres puedan definir qué significa para ellos una carrera “sin futuro”, ya que en algunos casos, dicha “etiqueta” o punto de vista puede estar influenciado por muchos factores:
- Los padres no conocen mucho sobre esa carrera profesional que desea su hijo.
- Estudiar esa carrera significa que el hijo se alejará de ellos, ya que vivirá en otra ciudad o país.
- Los padres tienen una inclinación por una línea de carrera diferente. Por ejemplo, los padres son ingenieros y el hijo quiere estudiar derecho o los padres son médicos y el hijo desea estudiar literatura. En cualquiera de estos casos habrá una reacción natural de “rechazar” la carrera elegida por el hijo.
Como podemos ver, es posible que la carrera de nuestro hijo “si” tenga futuro, solo que nuestro conocimiento o punto de vista sobre dicha carrera puede crear cierta imagen negativa sobre la misma. Lo que puede parecer ser una carrera “sin futuro” puede cambiar en el futuro, ya que el mercado laboral constantemente evoluciona, generando nuevas oportunidades. Ser flexible y adaptarse a los nuevos escenarios es clave en el mundo laboral actual.
Muchas profesiones del futuro aún no han sido creadas
Es fundamental entender que muchas profesiones del futuro aún no han sido creadas. Para entender este punto, basta analizar todas las profesiones que hay en la actualidad y que no existían hace 30 años. Debido a esto, es importante que los padres tengan la mente abierta y entiendan que el entorno laboral y profesional es muy dinámico, por lo cual, algo que puede haber sido útil en el pasado, no necesariamente será útil en el futuro. Debido a esto, debemos tomar a la carrera universitaria de nuestro hijo como el “inicio” de su proceso de aprendizaje y que dicho proceso durará toda la vida.
Orientación vocacional
Una forma efectiva de hacer que nuestro hijo considere varias opciones, es que pase por un proceso de orientación vocacional, esto puede hacerse asistiendo a una feria o evento de orientación vocacional o contratando a un especialista o consejero para analizar cuáles son sus fortalezas/aptitudes y en qué profesión pueden ser mejor aprovechadas dichas cualidades.
Los consejeros especializados en este tema (orientación vocacional) generalmente ofrecen una perspectiva profesional y ayudarán a trazar un plan de acción real, el cual ayudará mucho a tomar la mejor decisión posible. Sin embargo, es importante que dicho consejero sea imparcial (ya que existen consejeros que tienen convenios con ciertas universidades o ramas de estudio).
Conversar con otros profesionales
Otra forma de que nuestro hijo analice mejor la carrera que desea estudiar, es presentarle a algunas personas que ya ejercen dicha profesión, de esta manera, nuestro hijo podrá hacer preguntas directas y tener más información sobre el tema. A diferencia de lo que muchos padres creen, el profesional que ejerce dicha carrera no siempre “animará” a la persona interesada, ya que generalmente (sobre todo si es una persona responsable) le dirá lo bueno y lo malo de la profesión.
Explorar habilidades transferibles
Hay carreras consideradas «sin futuro» que desarrollan habilidades valiosas para otras áreas. Ayudar a nuestros hijos a identificar esas habilidades y a pensar en cómo podrían aplicarse en diferentes contextos laborales, es una buena estrategia a la hora de ayudarles en su decisión profesional.
Año sabático o año de preparación
El año sabático o año de preparación, puede ser una buena opción antes de elegir una carrera universitaria, ya que en algunos casos, es posible que nuestro hijo no tenga la suficiente madurez o estabilidad emocional para tomar una decisión de este tipo, por lo cual necesitará vivir otras experiencias y ver otros puntos de vista. En este tipo de casos, muchos padres de familia animan a que su hijo se tome “un año” para viajar, practicar un deporte, aprender un idioma o estudiar una habilidad artística o técnica antes de decidir qué carrera estudiar.
Investigar juntos
Los padres pueden ayudar a su hijo a investigar las diferentes alternativas de estudio que tiene esa carrera, por ejemplo, pueden averiguar cuáles son las especialidades/ramas o en qué universidades enseñan esa carrera.
¿Qué opinas sobre este tema? ¿Tienes un hijo que está pasando por esa etapa?
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