El centro ruso de preparación de astronautas (SPK) revelo cierta información sobre los vuelos espaciales femeninos, según el representante de SPK Alexéi Temerov el actual programa de entrenamiento ruso no hace distinciones entre hombres y mujeres, es más, diferentes estudios han determinado que las mujeres aguantan mejor las cargas externas entre los días 14-18 del ciclo menstrual, sin embargo los vuelos espaciales tienen ciertos efectos secundarios para los tripulantes entre los que se destaca la infertilidad, actualmente en el grupo de astronautas hay dos mujeres rusas, una de ellas partirá al espacio a mediados del 2014.
Según un informe de la NASA los estudios sobre el estado de salud de la mujer en el espacio no invitan al optimismo ya que se destacan los siguientes puntos:
1.-El nivel de radiación en las órbitas bajas de la Tierra, y más aún en el cosmos profundo, es tan alto que impide el embarazo al término de la expedición. Para un proceso normal el nivel de radiación en el ambiente no debe sobrepasar los 500 microroengten (µR) durante todo el embarazo (no más de 50 por mes). En la Estación Espacial Internacional (EEI) las emanaciones radioactivas varían según la posición de la estación, pero serían unos 35.000 microroengten. Las consecuencias son la ausencia de ovulación y la disminución del nivel de estrógenos, lo cual conlleva la pérdida de calcio en los huesos y puede causar osteoporosis, más frecuente en las mujeres que en los hombres.
2.-La ausencia de gravedad puede causar una congestión de sangre en la zona de la pelvis, lo que aumenta a su vez el riesgo de endometriosis (un desorden hormonal que afecta al órgano sexual femenino).
3. -Antes del vuelo, se recomienda a los astronautas entregar una muestra de sus óvulos y espermatozoides, por si planean tener hijos posteriormente.
Rostislav Beleda es un experto ruso en el área de la salud de astronautas (es doctor en ciencias y tiene 14 años de experiencia cómo sexólogo en el Centro de Investigaciones Científicas del Hospital de Aviación) Rostislav está convencido de que los vuelos espaciales causan efectos negativos en todas las funciones vitales del organismo femenino, sobre todo en un área tan susceptible como la reproducción. Ni una sola de las astronautas norteamericanas ha podido quedarse embarazada. Los hombres también presentaban problemas después de los vuelos: pero no con la fertilidad, sino con la impotencia.
Hay una estadística norteamericana acerca del destino de los que han estado en el espacio. Sólo hay una pareja de casados: la de Margaret Seddon con Robert Gibbson. El otro matrimonio, constituido por Ronald Sega y Bonnie Dunbar, se divorciaron el año pasado. No tuvieron hijos. Un 63% de los astronautas y un 80% de las astronautas han registrado problemas de disfunción sexual.
En lo que respecta a grandes referencias sobre mujeres rusas en el espacio podemos destacar a Valentina Tereshkova que en 1963 se convirtió en la primera mujer en pilotear una nave espacial (su vuelo duro 2 días y 22 horas), luego tenemos a la rusa Svetlana Savítskaya que fue la primera mujer que provista de un traje espacial salió al espacio abierto, luego tenemos a Yelena Kondakova la cual tuvo una permanencia de 169 días en la estación orbital MIR con la cual marco un récord de tiempo en el espacio.
Fuentes: RusiaHoy.com y Rusopedia.rt.com